28 mayo 2011

BREVE HISTORIA DE TAXCO


Las primeras menciones de Taxco provienen de la época prehispánica. La palabra Taxco, de origen mexicano, es la versión castellanizada de Tlachco, que significa "juego de pelota". Esta region la habotaron los indios tlahuicas. Los aztecas la habían invadido desde tiempos de Izcóatl, pero hasta que en 1445 Moctezuma Ilhuicamina conquistó Tlachco, la región se convirtió en tributaria del imperio azteca. La tradición dice que el tributo se pagaba a los aztecas en ladrillos de oro, por lo cual la riqueza de Taxco era proverbial desde entonces.

A partir de la conquista de México, en 1521, comenzaron a divulgarse las leyendas de los ricos minerales de los alrededores de Taxco. La primera referencia histórica sobre esta región se halla en la cuarta carta de Relación de Hernán Cortés a Carlos V, fechada el 5 de octubre de 1524. En esta carta, Cortés informaba al emperador de que, por necesitar estaño para su artillería, había enviado exploradores a las zonas donde se decía existía dicho metal, y uno de esos lugares era Taxco, pues se sabia que los indios de allí utilizaban pedazos de estaño como monedas. Y, en efecto, los exploradores de Cortés hallaron en Taxco un rico yacimiento de estaño que llamaron "El Socavón del Rey" y que está en lo que hoy se conoce como cerro de Bermeja.

El pueblo de Tlachco correspondía a lo que hoy es Taxco el viejo, a 12 kilómetros del Taxco actual. La ciudad de Taxco que ahora conocemos fue en sus comienzos un pequeño campamento cercano al Socavón del Rey. Los españoles prefirieron este lugar para establecerse, por estar mas próximo a los minerales y probablemente también por la benignidad de su clima. Ya en 1529, había una pequeña población en el lugar donde esta actualmente Taxco.

En 1529 se conocía esta pequeña población como el Real de Tetelcingo y según los documentos de la época estaba cerca del "Atachi". Su población la formaban mercaderes, oficiales de gobierno de la colonia y algunos frailes del convento franciscano de Cuernavaca.

Don Celso Muñoz afirma que los españoles llevaron indios para trabajar las minas. Estos indios se establecieron en dos barrios: uno llamado Tlachcotecapan, hoy San Miguel y el otro Acayotla, hoy Guadalupe, en la parte alta de la ciudad. Muchas costumbres de esos indios enriquecieron el folklore local. Don Celso Muñoz señala también que los documentos relativos a la minería datan de 1560 y que se tiene noticia de archivos parroquiales desde 1593.

Otra fuente de la historia de Taxco es un documento llamado "Relación de las Minas de Taxco" escrito el 1o. de enero al 6 de marzo de 1581 por el alcalde Pedro de Ledesma y publicado por Don Francisco del Paso y Troncoso en el volumen VI de "Papeles de la Nuevs España". Según dicho documento, la región fue conquistada en 1531 por el capitan Rodrigo de Castañeda que fue el primero en pacificar a los indios del lugar. Mas tarde, el capitán Miguel Díaz de Aux continuó y terminó la tarea de la pacificacion. En 1534 fueron descubiertas las primeras minas de plata y los primeros vecinos prominentes de Taxco, posiblemente mineros, fueron Don Juan de Cabra y Juan de Salcedo o Saucedo.

En la descripción del Arzobispado de México hecha en 1570, se mencionan tres Reales de Minas en la región: Los Reales de Minas de Tetelcingo, los de San Miguel y los de Acayotla. Según parece, el Real de Tetelcingo creció hasta absorber a los otros dos, con lo cual acabo por llamarse Taxco. 

26 mayo 2011

Científicos del INAH y la UNAM, hallan un túnel debajo del Templo de la Serpiente Emplumada.


Mediante el uso de un georradar que barre con ondas electromagnéticas las superficies, científicos mexicanos hallaron un túnel ubicado debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, en la zona arqueológica de Teotihuacan, el cual fue clausurado hace mil 800 años por esa civilización.

De acuerdo con el investigador del Instituto de Antropología e Historia (INAH), Sergio Gómez Chávez, ese túnel "es una representación del inframundo. Se trataba de un lugar de creación, donde residen las fuerzas telúricas, emanadas de las deidades; el sitio donde se crea y se recrea la vida de forma constante".

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) participó con este georradar, que desde la superficie detecta lo que hay en el subsuelo del complejo arqueológico y mediante una cámara de video en 3D pudo descubrir este túnel.

El georradar barre con ondas electromagnéticas desde la superficie para detectar materiales y objetos del subsuelo, explicó el académico del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, Víctor Manuel Velasco Herrera, quien detectó la ubicación de ese pasaje, sus dimensiones y las cámaras.

En tanto el arqueólogo, Sergio Gómez Chávez, tras años de dirigir al equipo que ha hecho posible extraer con palas y cubeta más de 200 toneladas de tierra y piedra, también ha encontrado una ruta de símbolos, cuya conclusión serán las cámaras funerarias ubicadas en el extremo del corredor.

Ahora se avanza en la exploración del túnel, que se encuentra a 14 metros de profundidad, con orientación de oeste a este. De acuerdo a distintos relatos o mitos que compartían diversas culturas mesoamericanas, la entrada al inframundo es precisamente en esa dirección, con una longitud de 120 metros.

Pero al final, se encuentran varias cámaras, donde pudieran estar los restos de los gobernantes de esa civilización mesoamericana. De confirmarse, será uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XXI a nivel mundial, consideró el especialista.

Con este equipo no invasivo, propiedad del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, el universitario ha detectado la longitud de la oquedad y el mítico sitio al que conduce.

"Se utiliza desde la superficie del suelo, y emite ondas electromagnéticas para localizar diferencias de materiales". Así, se han podio distinguir trozos de cerámica, huesos, piedras, agua o huecos del sitio, lo que ayuda a la reconstrucción del túnel y de sus contenidos.

Tras reconocer que el uso de la tecnología para explorar la zona ha sido fundamental, agregó que por la formación de la ingeniería del sitio es posible ver que en Teotihuacan hubo un gran conocimiento científico, de matemáticas, geografía, construcción, y de los materiales, que indican que hubo un gran desarrollo.
Además de la tecnología 3D, se requiere de una nueva para analizar con detalle las condiciones de las paredes de ese pasaje, "porque sería importante saber si hay fracturas que pudieran poner en peligro la vida de los arqueólogos del INAH, u ocasionar derrumbes como ocurre comúnmente en las minas", añadió.
El uso de nuevas herramientas ha permitido un encuentro entre el México moderno y el prehispánico, "me parece que solamente si hemos alcanzado un desarrollo científico, somos dignos de encontrar y comprender este hallazgo en San Juan Teotihuacan".

Además de la importancia arqueológica y del valor cultural, los tehotihuacanos legaron un mensaje: "no cometan nuestros errores o se colapsarán como nosotros", aseguró Velasco. Esto es relevante, continuó, porque "el estudio de nuestro pasado es fundamental para resolver los grandes problemas que tiene actualmente una mega urbe como la Ciudad de México".

19 mayo 2011

CATEDRAL DE PUEBLA DE LOS ÁNGELES.

En 1552 el rey Felipe II ordena su construcción y en 1575 se designa a Juan de Cigorondo como Obrero Mayor y a Francisco Becerra como Maestro Mayor. Esta es la construcción más importante del siglo XVII y fue terminada en 1649 por el Obispo Juan Palafox de Mendoza.

En 1552 una Cédula Real firmada por el rey Felipe II ordena, en Monzón, España, la construcción de una nueva catedral en la ciudad de Puebla, dado que la anterior se hallaba muy deteriorada. Así pues, en 1566, se hablo de una sesión de de cabildo eclesiástico acerca de la Cédula Real para que la nueva catedral se construyera a manera de las españolas. Entre los años 1562 y 1571 se compró el terreno y ya para el 24 de enero de 1575 el entonces virrey, Martín Enríquez, designo a Juan de Cirogondo, vecino de la Ciudad de México como el Obrero Mayor y como Maestro Mayor a Don Francisco Becerra.


La monumental obra avanzaba lentamente y, de hecho, tuvo que suspenderse entre los años 1618 y 1640 cuando se llevaba la tercera parte. Pero el entusiasmo y libertad del Obispo Juan de Palafox y Mendoza permitieron su conclusión en 1649. El Obispo había conseguido la Cédula Real que le permitió continuar la obra; asimismo el prelado se encargaba de visitar cada semana a los 1500 oficiales y peones ocupados en la magna construcción.

Finalmente, el templo se consagró el 18 de abril de 1649, aunque no se hubiesen terminado aún las torres y la fachada. El Obispo Palafox condujo enseguida los restos de cinco de sus predecesores que yacían sepultados en una iglesia antigua, al altar mayor de la nueva catedral, y entre ellos destaca el Obispo de Tlaxcala, Fray Julián de Garcés.

En el año de 1799, se construyó el antiguo pateón en el que se encontraban sepultados eminentes obispos; ellos fueron trasladados al ciprés o Altar Mayor.

Esta maravilla arquitectónica, fue construida por Manuel Tolsá y concluida en 1819. Delante de nuestra Señora de la Piedad o del Pérdon, en el piso, se colocó la lápida del sepulcro del XIX Obispo Abreu; este lugar se había destinado para el Obispo Juan de Palafox y Mendoza, pero no fue usado debido a que el prelado murio en España en el año de 1659, siendo Obispo de Osma.

01 mayo 2011

DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES.



El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

Desde su establecimiento en la mayoría de países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, se celebra en muchos de los países.

Llamativamente, en los Estados Unidos no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre desde 1882 en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos.

LA HISTORIA

Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

LA REIVINDICACIÓN DE LA JORNADA LABORAL DE 8 HORAS

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». En este contexto se produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista (algunas fuentes señalan el origen anarquista). En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer promulgar leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro.

En 1886, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas). Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».

LA CONVOCATORIA A HUELGA

La "Noble Orden de los Caballeros del Trabajo" (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

En la prensa del día anterior a la huelga, el 29 de abril de 1886, se podía leer: «Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarco-socialistas».1 El New York Times decía: «Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo». El Filadelfia Telegram decía: «El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas». El Indianápolis Journal decía: «Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento».

EL DÍA 1 DE MAYO, LA HUELGA

El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2 la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

El redactor del Arbeiter Zeitung Fischer corrió a su periódico donde redacta una proclama (que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca) imprimiendo 25.000 octavillas. La proclama decía:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? 

Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el cuatro, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket. Los hechos que allí sucedieron son conocidos como Revuelta de Haymarket.